El eclipse

– …por cierto, ¿hoy es domingo? -pregunta el anciano dando un sorbo al café.
– Si –contesta su mujer.
– Hoy es el eclipse –dice él.
– Son de mal agüero –dice ella.
– Depende, para mí, no –dice él.

La anciana comienza a dar instrucciones para prevenirse del eclipse, mientras se encamina al rincón donde están las imágenes de los santos…

–No salgas al patio a verlo; hay que cerrar las puertas, las ventanas y… ¡aayy! Silencio.

El reclinatorio se le atraviesa y cae golpeándose la cabeza. Muere al instante.

-¿Ves? son buenas noticias-dice el anciano, mientras le cierra los ojos.

*Participante en el concurso «Relatos en cadena» de la estación Cadena Ser. España. Semana 18

La Reina*

Philip Vaughan

Se cuenta de un rey que un día decidió tener un heredero, así que los meses posteriores a su decisión los dedicó a la búsqueda de la mujer perfecta para tal encargo. Conoció a una joven en la que identificó lo necesario para ser la madre de un príncipe. Cierta vez realizando los preparativos para la boda, la mujer escuchó una conversación: 

     – Bella es, pero ¿qué más habéosle visto que os has enamorado?
     – ¿Enamorado? No, eso no querido amigo; lo que me interesa es que me de un hijo – contestó el rey

La joven corrió lejos del castillo con todo el desencanto que es posible arrastrar; en su camino encontró a una anciana que la consoló y le obsequió un menjurje que cambiaría su vida, siempre y cuando lo tomará diario hasta el día de su boda.

Llegó la noche de bodas, y mientras el rey besaba los suaves labios y probaba la dulce piel de su esposa, se empezó a transformar en una cansada anciana de piel cuarteada; en tanto, la joven adquiría la forma de él. Fue en ese momento, que aquella mujer se convirtió en la Reina,  bajo la figura de su amado rey.

*Participante en el

VII Diomedea